sábado, 15 de mayo de 2010


Algo que escribí el año pasado...

Odiaba ese estúpido rostro, que no dejaba de mirarme. Tenía una sonrisa de satisfacción, su dentadura era imperfecta; sus dientes estaban torcidos y amarillentos. Sus ojos brillaban de maldad, y no dejaban de observarme. Aquel ser inmundo imitaba mis movimientos, burlándose de mí. Tenía el cabello negro, con algunas zonas blancas que marcaban el paso de los años. Su cuerpo era flaco, alto, desgarbado. Era un hombre decrépito y desagradable. No podía dejar de mirarlo, un odio irracional invadía mi cuerpo. Cerré mis puños, el hizo lo mismo. Todo lo que quería hacer era asesinarlo, librarme de una vez por todas de ese engendro deplorable. La adrenalina corría por mi cuerpo, a el le pasaba lo mismo, lo notaba en su maléfico rostro. Sin embargo no quería ser un ser semejante a ese. No quería convertirme en un monstruo. Por eso, conteniendo mi impulso asesino me aleje lentamente del espejo.


Tengo hace como una hora una gran confusión existencial. No estaba triste, pero tampoco feliz. No estaba ni enojada ni alegre; fastidiosa ni risueña. Me reía sin risa y hablaba sin pensar. Me exprimí el cerebro intentando pensar que estaba mal conmigo. Tras un largo rato de este estado de duda, llegué a una conclusión:
tengo sueño.


Me fuí a dormir.

2 comentarios:

  1. está bueno el texto, y es increible el poder del sueño eh, como nos cambia el humor y esas cosas. que groso, te gusta System! y el hecho de que tengas a Dano ahi al costadito es demasiado genial. un beso

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  2. es lindo volver a las cosas que haciamos el año pasado , nos damos cuenta de cuanto cambiamos , cuantas personas pasaron por nuestras vidas y como nos sentiamos en aquel entonces y se que en un par de meses vas a volver a leer una de tus entradas y te vas a sentir asi (: nosvemos!

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Opiniones, cerezas y champignones.