lunes, 23 de mayo de 2011

El miércoles vemos a Baglietto.

Y he aquí el momento en que yo me dirijo a mi queridísima hermana para pedirle algo que escribir en mi blog. Hablo de un tema, claro, pero le dije un topic porque sonaba con punch. Y me dijo tiene que empezar con "el miércoles vemos a Baglietto". Así que en este instante voy para arriba y lo pongo como título (cosa que no anda en mi blog, por lo que sólo destaco las letras). Por supuesto, ya lo leíste porque está al principio, pero hay que tener en cuenta que fue escrito en este momento del texto y sólo en este momento. Qué bueno que nos entendamos tan bien. Para el que no, ya sabe dónde está la puerta. [Ya que está voy a poner una puertita ahí arriba, tal vez a la derecha. Sí, este es en vivo y en directo, señora]. Listo el pollo. En fin, como parece ser que no tengo mucho que agregar en este tema, le pregunto a mi queridísima amiga (que además, es el Sol) que me diga otro tema. ¿Qué me contesta? "Las mosquitas que rondan tu maceta." ¡Pero por los calzones de Merlín, un poco de cordura! Pero claro, la finalidad de esto es hacer una especie de catarsis que consiste en hablar yéndose por las ramas y luego lanzarse sobre un mar de hojas otoñales. Entonces, me pongo a analizar. Macetas no tengo... pero claro, todo tiene un motivo. Sinceramente no sirvo para cuidar cosas. Para dar un ejemplo, amo a mi perro, y pese a eso sigue vivo sólo porque mi papá me dice todas las noches que le de comer. Sé muy bien que si no (pobre santo) estaría en el cielo con sus compañeros canes. Se aplica lo mismo para la planta... igual me gustaría intentar. Siempre quise tener un jardín propio, digamos. Todo se trata de probar. Por otro lado, tampoco tengo paciencia, así que podría tomarse como un punto débil en el cuidado de una planta. Retomemos. En cuanto a las mosquitas... ¡qué fastidio! Nada peor que esas verdes chiquitas, que para colmo se dejan matar tan fácil, las muy desgraciadas. Ni siquiera se dan el lujo de demostrarte que son mejores. Se paran en la comida sin más (o en la luz, o en la mesa, o donde sea) esperando ser asesinadas. Indignante el bajo instinto de supervivencia (desconfío de tu cara de informado, y de tu instinto de supervivencia).

¿A dónde me llevó todo esto? a que en ningún momento se mencionó que había una planta en la maceta. ¿Y si estaba vacía? ¿Y si no había otra cosa? ¿Y si había un pollo? Es muchísimo lo que puede llegar a crear nuestra mente de la nada. Damos por obvias tantas cosas. A veces quisiera leer el pensamiento de los demás, pero sólo porque tengo la gran curiosidad gran de saber si piensan de la misma manera que yo. Ojo, no me refiero a ideas o pensamientos, si no a la manera. Tal vez las cabezas van a distintas frecuencias y producen ondas que sólo pueden codificar nuestros propios cuerpos. Vaya uno a saber. Por lo demás, no me gustaría saber que se piensa de mí. Ni de mí ni de otras cosas. Siento que me desilusionaría mucho y que le quitaría la magia a las cosas. El no saber. La intriga. Los nosequé.

Estoy bien así.

(volveré)

1 comentario:

  1. ¡Pero por los calzones de Merlín, un poco de cordura!
    jajaja que loca linda (:
    beso!

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