domingo, 11 de septiembre de 2011


Me gusta la sensación táctil que brinda el tocarse las pestañas cuando tienen mucho rimel, y compararlo con la textura que tienen cuando están a cara lavada. Me gustan las pestañas. No es algo que uno diga seguido, pero creo que a la mayoría le gustan. Los maquillajes artísticos con pestañas postizas son geniales, pero hay que admitir que ver un pedazo de persona en una caja para pegarse con pegamento es algo no tan lindo. Es decir... imaginemos que es una extremidad postiza, que nos ponemos solo para embellecernos, es raro (bleh, ¿a quién engaño? A esta altura nada nos sorprende). Voy a escuchar un poco de baladas bizarras para ver si tengo alguna idea. Estoy un poco contenta y bastante relajada. Qué hermosa música estoy escuchando. Simple. Qué rico café tomé; hoy lo batí, como nunca hago. Cuando escribo me sale mover el cuerpo y me hago acordar a una persona, aunque nunca la vi hacer así. ¿Por qué a la gente le incomoda el silencio? El silencio rocks. También el ruido y el murmullo de la vida en general. Mi familia tiene momentos bastante cómicos de a ratos. Hace poco me tenté mucho en el colegio. Simplemente me empecé a reír y reír, a tal punto que mis lágrimas eran cada vez mayores y más negras. Preto. A veces mando una palabra en portugués que no tiene nada que ver con nada, pero tiene punch. Ojalá algún día aprenda bien. Igual estoy conforme, con excepción de la composición que... bueno, con excepción de la composición. Punto. Las arañas no me dan asco, han de ser los bichos que causan menos repulsión en el mundo. Sin embargo, mucha gente les tiene asco/miedo. A mi no me molestan, casi nunca mato una, lo detesto. A veces sí, porque dicen que donde hay una hay muchas más por sus huevos. Cuando mato una le pido perdón y me siento muy mal. Los gusanos, en cambio, me dan muchísimo miedo. Aunque sean diminutos. Igual que los descampados, qué terror. Yendo, se escribe yendo. Sí, con Y. Qué cómico. En una película de Disney que está mirando Nococa hay una escena romántica de dos perros con la canción Baby, de Justin Bibi, de fondo. Todavía tengo una pregunta clave, que es la siguiente: ¿por qué carajo hago entradas así? Esto no es entretenido para nadie, mamma mia. Pero se siente bien escribirlas, requieren cero pensamiento. Salen las cosas prácticamente del inconsciente. Es como estar en momentos de piloto automático. Me fastidia que cuando le digo a mi mamá que tarde una hora en dormirme (o X cantidad de tiempo) siempre me dice que a mi me parece más tiempo porque estoy acostada y todo eso. Mujer, si lo digo es porque el aburrimiento me lleva a mirar el reloj constantemente, dios. Miento, no es el aburrimiento. No me aburro, es un momento exquisito del día. Imagino casi siempre. Futuros, vidas de otras personas, posibles alternativas para hechos que ya sucedieron y demás. Para así poder creer que aún hoy puede haber honestidad. Me olvidé de esto y dejé de escribir. Seguimos con una película muy parecida a vos. Eso acaba de decir Disney. ¿Cuántas frases como esa habrá en mi cabeza? Muchísimas. Y están ahí guardadas sin que uno se de cuenta, como si fuera algo natural. Onda... no sé qué onda. Ese lugar en el codo donde da una especie de electricidad y demás. Es feo. Igual que cuando pica el ojo y tenés maquillado. A mi me sale rascar el aire, por decirlo de alguna manera. Es lo único que me hace liberar tensión. Hablo de comezón, y me da comezón, y digo comezón porque Jose dice comezón. Muchas veces evito escribir Jose porque pienso que muchas personas no acostumbradas a los acentos pueden creer que dice José. Pero no, Jose es mi hermanita, Josefina. Me gusta el nombre. Aunque todos se ríen con el segundo. El público, al contrario de lo que muchas personas creen, para mi no acobarda. Envalentona. A mi vieja le gusta Luis Piedrahita. Eso es cómico. También le gustan los Black Eyed Peas, eso es más gracioso aún. Escuchar Ska-p me pone de buen humor. Y no puedo evitar decir: ¡quiero bailar Ska! ¡QUIERO BAILAR SKA! Ska ska. Tururururu, tu tututu rurururu tururururur. Ahora me cuesta escribir, porque además de que me dan ganas de cantar, el movimiento de mi cuerpo y mi cabeza es más acelerado, pero también el de mis dedos. Eso es bueno. Si escribo poco me confundo bastante, si escribo mucho, no. Uso todos los dedos, por lo que me cuesta mucho alejarme de mi teclado y usar otro. ¡Quiero bailar Ska! Pero es muy bueno, porque te quita la puta necesidad de mirar el teclado, y hasta de mirar la pantalla para saber si te equivocaste. Tengo la manía de apoyar las manos en una mesa o en cualquier superficie e ir escribiendo lo que veo o lo que los demás hablan en un teclado imaginario. Ahora que lo pienso es bastante enfermizo, dios, doy asco. Lo que es el vicio. Hay bebés que son feos, y no hay con qué darles. Cuando uno es feo, es feo. Me pica la espalda, ahora la frente y un poco la parte de atras del cuello. Momento para rascarme. No sabía qué hacer primero. Opté por espalda y cuello, mientras intercalaba de vez en cuando con frente. Ahora una oreja y un pie. Es terrible. Muy psicológico. Las matemáticas son geniales.

Eso nomás.

1 comentario:

Opiniones, cerezas y champignones.