miércoles, 28 de septiembre de 2011

"No me importa vivir en un mundo de hombres, siempre que pueda ser una mujer en él."

Todos coincidirán con que es una mujer hermosa. Tiene como mucha fuerza, como una confianza y una femineidad que se nota apenas posás los ojos en sus fotos. Aunque por otro lado me doy cuenta de que en cada una de sus fotografías está con la boca semi abierta o con expresión sexy. En el fondo era una mujer y punto. Y eso es mucho más que una cara bonita (?). Tengo ganas de empezar a divagar, a la cuenta de 1, 2, 3, 4... eso me recuerda al tema que no para de sonar en mi colegio. Están preparando un acto o algo por el estilo, y no es que eso me moleste, sino que se repite una y otra vez, hasta el punto del hartazgo. Falta muy poquito para System. Todo eso lo digo como si estuviera separado por guiones, como si estuviéramos aprendiendo las sílabas. Lo digo con los dientes apretados y muchos aksdjfkajsdkjfañosd. Qué lindo. Dios. Dios. Dios. Cada día más en vano voy al colegio. Me doy cuenta de que necesito equilibrio en mi vida, y este año lo tuve bastante, pero cuando se rompe no lo tolero. El otro día se mojó mi pulsera de café y volvió a desprender mucho olor. Qué ricor. La primavera es muy linda, todavía no disfruté ni un gramo de ella, propiamente dicho. Sin embargo la disfruto a cada momentito, se siente su sabor en el aire. Y la voz de Janis sonando, ronca, fuerte, dulce. Y mi mamá me habla, es difícil enojarme con ella. Casi imposible diría. Tengo que pintarme las uñas de otro color. Por lo menos desde que empezaron las clases que me pinto de negro. Es primavera y se tornó un poco deprimente. Ojo que igual me gusta. Me agarré el dedo con un portón y no tengo sensibilidad, es muy extraño, sobre todo porque no me lastimé demasiado, ni siquiera me quedó marcado. Qué ganas de ir por la calle escuchando Serú, como en los viejos tiempos. En realidad todo momento es bueno para escuchar mi Serú querido. Es como la comida de la abuela. Tengo ganas de ir a visitarla. Le voy a decir este domingo. Decidido, este domingo se ha dicho. En mi casa se come mucho frito. También ensaladas, no entiendo como hay gente que nunca probó cosas como un tomate o una espinaca. Rabanito, remolacha, chaucha. Qué hermosa palabra chaucha, me encanta como suena. Tengo un problema con la acentuación de ciertas palabras. Intento no tener faltas de ortografía, y de a poco las voy eliminando, pero hay algunas que me persiguen. Qué loca sensación en mi dedo. Ayer me traumé con una película. Me traumé, me traumé, me traumé (mientras me agarro las rodillas y me balanceo para adelante y para atrás con la mirada perdida). Quiero algo dulce ya. Pero tristemente, hoy no tengo nada. ¿Habrá manzanas? Oh, Jebús,

si me quieres, dime que sí. Ahora estoy escuchando Coiffeur. I like it. Qué ganas de caminar. Eso me anda faltando, caminar sin rumbo, un poco. Eso quiero, exactamente eso. Me iría ahora mismo si no tuviera tantas ataduras. Un abrazo de algodón entre arritmias de yogurt aparece. Mañana tengo gimnasia. No me dan ganas de ir. Hay gente que sonríe tan lindo. Eso me encanta. No sé muy bien qué cosa. Hace mucho me espera El Gran Dictador, qué buena película, la puta madre, cuando tenga un ratito la miro. Me voy sin decir chau porque tengo mucho amor para dar. Es decir, si como helado es porque soy demasiado inglesa.

Y sí.

Chau.

1 comentario:

  1. Cuando a las mujeres les agarra el ataque de feminidad es...
    a few things.
    1-Aguante la primavera, todo mal con su alergia igual
    2-System sucks
    3-Janis rulz hard
    4-Yo también siento que la ortografía me persigue
    5-Chau.

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Opiniones, cerezas y champignones.