miércoles, 26 de octubre de 2011


Hoy me apetecen banda los Black crowes. Rico. Tarde de no ir al colegio, hacer origamis, torta y ordenar el cuarto. Joe Cocker también me pintó mucho (no literalmente, no apareció en mi hogar con una brocha y esparció pintura sobre mi persona). Me causa mucha gracia I just called to say I love you, de Stevie Wonder. I just called to say I love you, I just called to say how much I care. ¿No es una ironía que Barry White se llame precisamente, White? Reflexiones idiotas que surgen después de un día con la mente embotada. Ahora, que alguien me diga... ¿qué hago escuchando Tina Turner? No importa, yo la banco. Mi madre me llama a que "ponga la mesa" (la mesa ya está puesta, vale aclarar), y eso me da la sensación a que me la pasé todo el día comiendo. ¿Será que sí? Qué voz que tiene Mahalia Jackson. Qué hermoso el gospel, mi dios. Desde el "mi dios" hasta este instante pasaron unos cuantos cuantos minutos, durante los cuales me alimenté. Ahora escucho Pastoral, qué paz, mayúscula. Gracias mundo por la música.

Tengo ganas de que me importen un poquito más las cosas. Y de ver un poco mejor. Sobre todo a la noche, y de lejos, no veo un pito. Tengo ganas de flotar. Mi perro es tan hermoso. Es el perro más lindo de la creación. Yo sé que todos dicen que parece una rata, o que es puto, o que es molesto. Y puede ser un poco de los tres, pero en mi mente no puede existir jamás perro mejor que el mío. In your face, Richard Gere! Perdí el celular. Mejor dicho, lo dejé olvidado en un lugar determinado. Lo recuperé. Técnicamente no, sino que sé que está a salvo. No lo extraño para nada, es como quitarse una gran correa que mis padres tienen en mi cuello. Sin embargo, no puedo vivir sin las alarmas. Yo creo que mi memoria es una mierda en parte por ellas. Ya sea algo que tengo que hacer en diez minutos, lo olvido si no tengo la campanita sonando. Soy una larva, lo sé, gracias. La semana se me pasó sumamente rápido. Mañana es jueves ya. Debería dar la prueba de resistencia y la de abdominales. Debería. Ese es mi objetivo, pero mi meta a corto plazo es lograr ir a gimnasia, con eso me conformo. Y después del colegio tengo el seminario de Secretario ejecutivo y relaciones públicas (qué bien suena eso, siendo que realmente no tiene nada de eso). Si estuviera mi hermana acá diría: ¿hasta qué punto? ¡Cómo me molestan las personas que dicen "si estaría"! Eso no existe, hermano. No, por favor. Cierta vez lo dijo una profesora mía en plena explicación de por qué creía que las matemáticas eran importante y no las prácticas del lenguaje. Claro ejemplo de que estás equivocada, mujer. Tengo ganas de conocer a una persona. Una en particular que vi una vez. Vaya a saber uno el motivo, pero me intriga mucho. Se ve tan... simple. Y no me acuerdo el nombre. Por suerte me di cuenta de que, curiosamente, siempre conozco a quienes quiero conocer. Es raro ese momento en que ves la realidad de una persona y no esa imagen que tuviste por tanto tiempo en tu mente. Raro. Qué ganas de dormir boca arriba en el pasto. Es gracioso ver como los niños escriben historias ya existentes sin darse cuenta de que están cometiendo un plagio. Me sentiría tan tranquila y tan feliz como "escritora" pudiendo hacer eso (me lo imagino a Capusotto agarrándome los dedos, cual los videos del Ministerio de Educación diciendo "¡acá tenés las comillas, pelotudo!"). Otra que me molesta pero mucho, mucho, son las personas que creen que la palabra cita se refiere sólo a un encuentro amoroso. Padre, si te dan un lugar para completar con tus "citas favoritas" no es que esa persona esté precisamente interesada en si preferís caminar por la playa o ir al bar de la esquina a comer maní. Me enerva.

Ya no me doy cuenta, ¿me estoy quejándo o escribiendo cosas buenas?

Quién sabe.

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