sábado, 28 de enero de 2012

Ojeando un libro de Mafalda encontré la dedicatoria de Quino. Qué lindo. Me morí de la ternura con Charly (el cocinero que ganó un concurso y ahora tiene un programa en el Gourmet, genio), que tiene un troll vestido de cocinero en la mesada de amuleto. Gusto de escuchar Pamaral en días como este. Un saludo de cumpleaños para Lud, como es usual. Bueno, el homenaje consiste en solo eso, pero al menos es una mención. Amén por ella. Me pica la pierna. Me llora el ojo, desde ayer, incesantemente, no para. Como la canción. Te compraste las acciones de esta farsa, y el tiempo no para. Y de paso lo escucho, qué lindo escuchar la Bersuit a todo lo que da en las mañanas de colegio, no sé por qué después siempre lo abandonamos. Disparo contra el sol con la fuerza del ocaso. Me gusta esta canción. Unos días sí y otros no, estoy sobreviviendo sin un rasguñón. Me doy cuenta de que lo único que hago es poner una canción e ir intercalando un comentario con un fragmento de la misma. Es penoso, a decir verdad. Tengo mucho sueño, sueño de los ojos, pero no me sale ir a dormir una siesta, y cuando estaba acostada no me quedé dormida. Nos tildan de ladrones, maricas, faloperos, y ellos sumergieron a un país entero, pues así se roban más dinero. Y ahora suena Sencillamente. Me encanta. Ayer me puse a pensar en los cinco mejores momentos de mi vida. O bueno, al menos eso intenté. Me di cuenta de que no pude elegir ni uno. Ojo, no es que no me hayan pasado cosas felices, todo lo contrario, pero a la hora de contarlos no se me ocurre ninguno lo suficientemente significativo. Dame lo que más te guste, y nada más. Interesante video el de esa canción. Y ahora El baile de la gambeta, con Diego, ¡cómo baila! los dos, Gustavo Cordera también. Qué buena canción. Puta, tenés que dejar de hacer esto. Por eso ahora vamos a bailar para cambiar esta suerte, si sabemos gambetear para ahuyentar la muerte.

Basta, perro, cortala.

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