Gonna start a revolution

from my bed !

Se termina. Se termina. Se termina. Una palabra de tres letras que puede llegar a ser devastadora: FIN. Algo inconcebible, algo que en ningún universo debería ocurrir. Pero pasó. Pasa, y no se puede detener. Las cosas terminan. Y vos, ¿qué haces? Nada. Te limitas a recordar, te aferras a lo que era para no dejarlo ir. Pero hay una realidad que no se puede ignorar, terminó. No importa cuanto te esfuerces, cuanto desgarres tu alma para que eso vuelva a suceder. No importa si realmente lo deseas, si quieres eso más que ninguna otra cosa. No importa, porque terminó. Y cuando eso pasa, nada más te queda el recuerdo. Eso es tuyo, y nadie puede sacartelo.

Pero lo que duele más, es no haber llegado a decir adios. Es que se termine sin avisar. De repente. Se esfuma. Y por más que trates de atraparlo, se esfuma. Se esfuma. Se esfuma. Se esfumó.

Algo que era tuyo, que de cierta forma, te pertenecía. Se va. Y se va. Se va, se va, se va. Tu música. Tu música. Tuya. Y se va. Y se va. Y lo dejarías todo por una última nota que suene. Pero no. Pero no. No. No. No.

Y en algún momento vas a aprender que la música no muere. Lo que es eterno no desaparece, simplemente puede olvidarse [sólo por un rato] para luego regresar. Está siempre. Está siempre. Siempre. Siempre. Siempre. Y tal vez, no tendrás un disco nuevo. Y tal vez, no verás un concierto. Y tal vez, no veas una entrevista en la televisión. Pero ya son tuyos, ellos, su música. Te pertenece, es tuya. Porque vos le diste vida. Sin vos, es un libro que no se lee. Con vos, es todo un mundo, es sentimientos, es emociones. Con vos, es tantas cosas. Con vos, es volar, es cantar, es llorar, es reír, es emocionarse, es deprimirse, es bailar, es gritar, es correr, es caminar. Con vos es todo. Con vos es música. Es música.

Música que no importa hace cuanto haya sido creada, no importa cuando fue la última vez que alguien la todo. Es música que es tuya, y que nadie, NUNCA, te va a poder sacar.