Estuve pensando varias cosas. La primera, que no estoy pensando en nada. Claro que no es literal, vivo haciéndolo y es algo por demás inevitable, pero antes era una persona más... reflexiva. O simplemente me preocupaba más en analizar la situación actual en la que me encontraba, constantemente. Por una parte es mejor, sin dudas, porque puedo estar más libre, por llamarlo de alguna manera. Con menos ataduras. Por otro, lo malo lo ignoro y hago 'como si no existiera', y eso no es nada bueno. Segunda cosa que pensé, lo que me molesta de los niños es que sean niños (aguante decir niños y repetirlo muchas veces en la misma oración. Niños, niños, niños). Sí, me molesta demasiado, no entendía bien qué me molestaba, pero creo que es esa esencia, básicamente. Lo tercero... no engaño a nadie, jamás pensé tanto. Cuarto, me pica el hombro. Quinto, la música country es algo lela, pero tiene punch. Siempre quise ir a alguna de esas fiestas de película yanky donde todos usan sombreros e increíblemente no falta uno que baile espectacular. Sexto, no sé que pensar de mis manos. Séptimo, me pican los ojos a más no poder y se me irritan por cualquier cosa. Bueno, eso no lo pensé precisamente, es un hecho, ¡malditos ojos! De todos modos me da miedo que algo les pase. La pérdida de la vista me aterroriza bastante. Octavo, hace mucho que no sueño nada. ¡No! ¡Miento, miento, miento, miento! Hoy soñé, Jesús, sí, ¡hoy soñé! Dios, fue dios, fue dios, grr, genial. Genial, grr. Bueno, basta, basta. Noveno, me enerva tener que estar en un lugar que no quiero, principalmente cuando a nadie le importa si yo estoy o no. Décimo, quiero tener un gato que se llame Kafka. Ya sé, no me gustan los gatos, pero un gato que se llame Kafka sería genial... negro preferentemente. Otro, las minas adolescentes que viven escribiendo cosas depresivas por no tener novio a los 16 años me dan pena. Hay gente que cree que uno vale la persona con la que está, y eso es una gran equivocación, según mi punto de vista. Ah, el gato va a ser justo como el de la foto. Amo los árboles. Ser paisajista debe ser genial, me parece un trabajo súper rico. Me da pánico la catalepsia. Me gusta la palabra santiamén, mucho. Me gustan las palabras en general, me siento muy cómoda con ellas, me quedan en la cabeza muy fácilmente. ¡Sí, sí, sí! Pseudo euforia. Acabo de recuperar mi cuenta de hotmail. Sí, sí, sí. Genial. La extrañé tanto. 127 mails sin leer no es tan lindo igual, eh. Odio tener aunque sea sólo uno, me fastidia.

Adió.