miércoles, 29 de mayo de 2013

Y de repente no aguanté más. Y dejé que toda esa mierda me comiera por dentro, como antes, como nunca antes también. Y sencillamente no entiendo el por qué de las cosas. No entiendo por qué todo me lleva a ese momento. No entiendo por qué los recuerdos no se pueden quedar en eso, en recuerdos. Por qué tengo que sentir todo como ayer. Por qué sentir. No entiendo por qué se parece tanto, por qué se repite todo. Y los errores. Los errores son los mismos, disimulados. Y me siento cansada de estar bien cuando en realidad no está bien nada. Nada. ¿Por qué vivimos tan mal? Me lo pregunté una y otra y otra vez. Por qué nos preguntamos todo. Por qué no superamos. Por qué desaprovechamos uno, mil, millones de momentos. Y no hay respuesta y estoy llena y vacía de cosas malas, y no sé qué es peor. Y no entiendo por qué no puedo olvidar, y a la vez siento bronca por querer hacerlo. Es triste. No ayuda. No sirve. ¿Cómo un día tan lindo puede ser un día tan triste?


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